“Las 12 reglas de la espada”
Hace apenas unos días ha sido traducido un texto japonés del siglo XVII, que cuenta como el samurai Ito Ittosai consiguió convertirse en una leyenda. Desde Trad&Go, como agencia de traducción profesional, te contamos todo lo que debes saber sobre este texto.
Eric Sahan y su equipo de traductores han sido los artífices de la traducción de “Las 12 reglas de la espada”, un escrito nipón que data del siglo XVII en el que se explican las reglas que los luchadores japoneses tenían que conocer para dominar el arte de la guerra.
El texto
El texto contiene las 12 reglas que todo samurái debe saber, contadas mismamente por el mayor guerrero japonés de todos los tiempos: Ito Ittosai.
Ito Ittosai fue uno de los samuráis más grandes de la historia de Japón, ganó 33 duelos y nunca fue derrotado. Fundó su propia escuela y creó una técnica de lucha llamada “musoken”, que consiste en actuar de forma espontánea y sin pensar. Los libros dicen que murió a los 90 años mientras seguía enseñando a sus pupilos.
El documento es una transcripción de sus enseñanzas, según confirma Sahan. Todo apunta a que uno de sus alumnos plasmó por escrito las enseñanzas. Y es que Ito mostraba sus conocimientos a sus alumnos de forma oral.
Los preceptos más destacados
El primer precepto que recoge el texto es: “para ser un buen samurái no debes mirar a tu oponente con los ojos, sino con tu espíritu. Si miras con tus ojos puedes distraerte, sin embargo, si lo haces con tu mente permaneces concentrado.”
Otro de los preceptos más destacados es el llamado “corazón de zorro”, que dice que los samuráis deben ser cautelosos, pero con cuidado de no serlo en exceso.
La magia, importante también
El texto además de las doce reglas, también recoge dos oraciones mágicas que todo samurái tenía que recitar a diario para fortalecer cuerpo y mente. La más importante, dice, es que los enemigos deben ser observados con los “Ojos del corazón”, esta regla otorgaba a los luchadores la capacidad de predecir de manera rápida y directa los movimientos del rival.
El guerrero que consiguiera controlar las doce reglas, se convertía prácticamente en un guerrero imbatible. Valiendo de ejemplo del predicador, Ito, que nunca fue derrotado en combate.
Eric Sahan cuenta que las personas que veían a estos guerreros entrenando o luchando creían que estaban dotados de poderes sobrenaturales.
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