La traducción, una profesión de riesgo a lo largo de la Historia
Puede parecer que la traducción es una actividad que no implica riesgo alguno a día de de hoy, pero la realidad es que la traducción de un libro de importancia ha sido y sigue siendo un acto mucho más peligroso de lo que podemos llegar a pensar. Desde Trad&Go, tu empresa de traducción profesional, te contamos la sangrienta historia de las primeras traducciones de la Biblia.
John Wycliffe
Todo empezó con la figura de John Wycliffe, un destacado pensador y teólogo inglés, que creía firmemente que la Biblia tenía que estar disponible para todos y que la alfabetización era una de las claves.
Por aquel entonces la Biblia no tenía una traducción completa al inglés, y con ayuda de sus asistentes, Wycliffe comenzó una traducción que terminarían sus asistentes tras su muerte, en el año 1.384.
Esta traducción provocó una reacción tan violenta en la Iglesia que tomaron la decisión de quemar los huesos de Wycliffe y tirarlos al río, para que su tumba no se convirtiera en un lugar de peregrinación.
Jan Hus
En el año 1.402, un sacerdote checo inspirado por los escritos de Wycliffe, comenzó a hacer campaña para que se llevara a cabo una reforma social que acabara con la corrupción en la Iglesia.
Que se la biblia tuviera traducción checa era un imperativo, y en 1.416, junto a sus eruditos, Hus publicó la primera Biblia checa.
Con motivo de sus actos, Hus fue arrestado por herejía y condenado a morir en la hoguera. Esto fue el detonante de una revuelta en la que atacaron a sacerdotes e iglesias, y en pocos años la región de Bohemia entró en guerra civil.
William Tyndale
Corría el siglo XVI en Inglaterra, y todavía seguía estando prohibida la Biblia traducida de Wycliffe; estas solo podían encontrarse en el mercado negro. Tyndale, erróneamente, pensaba que era el momento de hacer una traducción actualizada, pero se encontró sin apoyo para ello.
Viajó a Alemania para intentar traducir allí, ya que tras la traducción de Lutero al alemán la reforma protestante se estaba acelerando. Pero la realidad fue que el país germano estaba bajo el control de un arzobispo leal a Roma.
Tyndale estuvo varios años huyendo de agentes ingleses y romanos, pero al final consiguió traducir el libro sagrado, y sus copias inundaron Inglaterra. Esto supuso que Tyndale y cualquier persona que estuviera relacionada con él o sus traducciones, sería condenado por herejía y quemado vivo. El futuro de Tyndale no fue otro que la hoguera, tras ser traicionado por un joven aristócrata en 1.536.
En Amberes, la ciudad donde se refugió Tyndale hasta su muerte, se editó una Biblia en holandés que ilustraba a Satanás con apariencia de un monje católico. Su autor, como no podía ser de otra manera, acabó siendo ejecutado en la hoguera.
Aunque pueda parecer que estos actos de represión sólo tenían lugar en esos siglos tan oscuros, la realidad es muy diferente. A día de hoy todavía sigue siendo una actividad peligrosa traducir la Biblia, no por el hecho de la traducción, sino por ser una actividad que hacen los misioneros cristianos.
Antes de leer esta entrada seguro que nunca te habías planteado que la traducción podía ser una profesión de riesgo. Esperamos que este artículo haya sido de tu interés, Y, recuerda: para tus traducciones cuenta con Trad&Go, tu agencia de traducción profesional.
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