Los documentos más interpretados por un traductor jurídico
La labor de un traductor jurídico es una de las labores más complejas del campo de la traducción e interpretación, pero en muchos casos es desconocido. Por ello, en Trad&GO queremos arrojar luz sobre este asunto, explicando cuáles son los documentos más habituales en este campo.
La traducción jurídica se encarga básicamente de traducir documentos relacionados con el campo del derecho, tanto en el sector público como en el privado. Entre todos ellos, los contratos son los más habituales, de los cuales hablamos largo y tendido en este post.
Más allá de ellos, existen una amplia gama de documentos, por los que puedes requerir los servicios de un traductor jurídico, que te pasamos a resumir a continuación.
1. Poderes notariales
Los poderes notariales son documentos por los que una persona autoriza a otra para actuar en su nombre mediante la firma de un notario, los cuales son muy habituales en España en todo tipo de gestiones de carácter jurídico, aunque por ejemplo, en el caso de los testamentos no se permite este salvoconducto.
La Apostilla de La Haya permite que los poderes notariales españoles tengan reconocimiento internacional, aunque para que sus efectos legales tengan vigencia respecto a la Administraciones Públicas de otros países requerirán una traducción jurada, aunque para otros trámites valdrán los servicios de un traductor jurídico.
2. Informes periciales
Un informe pericial es un documento técnico elaborado por un perito en el que se exponen los hechos acaecidos en torno a un determinado suceso. Generalmente es consecuencia de un conflicto entre dos partes por lo que el texto, habitualmente está hecho para constar como prueba del mismo.
Los sucesos que han dado origen al informe pueden ser de muy diferente índole, por lo que la traducción profesional de estos documentos requiere no solo conocimientos de idiomas, sino además una formación competente en el ámbito técnico solicitado, lo que le permitirá interpretar con precisión cualquier tipo de escrito.
3. Documentación laboral
Un traductor jurídico competente también tendrá capacidad para traducir todo tipo de documentación relacionada con el mundo del trabajo. Contratos de trabajo, vidas laborales e informes de afiliaciones, entre otros muchos textos, esenciales para la realización de múltiples trámites y gestiones.
Se trata de documentos que acreditarán ante alguna empresa tu trayectoria laboral en otros países o viceversa, los cuales requerirán por parte del profesional, formación en derecho laboral y un conocimiento profundo de la legislación en los países de origen del documento a traducir.
4. Textos relacionados con la propiedad intelectual e industrial
Patentes, copyright, o denominaciones de origen son algunos de los documentos más demandados en el campo de la traducción jurídica. Todos ellos suponen el reconocimiento por parte de un Estado de la propiedad intelectual o industrial de una persona, física o jurídica, para explotar un determinado producto, o simplemente, con el objetivo de certificar su autoría o procedencia.
Este tipo de documentos están regidos por una compleja legislación que difiere bastante según el país, por lo que el profesional también debe estar muy especializado en este ámbito para cumplir con los objetivos del solicitante.
Estos documentos son solo un pequeño ejemplo de la tremenda complejidad que encierra el oficio del traductor jurídico, quien durante su vida laboral tendrá que enfrentarse a trabajos relativos a ámbitos muy opuestos, lo cual le acaba conduciendo irremediablemente a una especialización idiomática y temática.
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