Carlos I: el Rey de España que no sabía castellano
A lo largo de la historia, han existido muchos gobernadores que no conocían el idioma del país que gobernaban. La conquista de territorios y la incipiente globalización no impidieron que esto ocurriese en más de una ocasión. Hoy hablamos de Carlos I de España y V de Alemania, el que fuese rey de España desde 1516 hasta 1556.
Pese a ser nieto de los Reyes Católicos, Carlos I no conocía el español. Por ello sorprende la historia de cómo llegó a convertirse en Rey de España. Además, pocas han sido las personas que han dado importancia a una cuestión tan esencial como es el idioma.
Un poco de historia
La educación de Carlos I corrió a cargo de su tía Margarita de Austria en Gante (Francia), lejos de todo atisbo de la cultura española. Su tía solo sabía hablar alemán y francés. Es por ello que la educación que Carlos I recibió lo preparó para reinar los territorios europeos de Alemania y Francia, no los de España.
Fue en Enero de 1516 cuando el abuelo del entonces príncipe Carlos, Fernando II de Aragón, redacta su último testamento antes de morir. En él nombraba a Carlos gobernador y administrador de los Reinos de Castilla y de León y la Corona de Aragón, en nombre de su madre Juana que estaba incapacitada por su enfermedad.
Tras la muerte de Fernando II, Carlos estuvo pensando la decisión de tomar el título de rey. Este hecho no era bien visto en la península ibérica, ya que El Consejo de Castilla pedía que respetase los títulos de su madre. Sin embargo, ya el 21 de marzo enviaba una carta estipulando su decisión de convertirse en Rey de España.
Aprendiendo español
Al llegar a España, Carlos I fue rechazado por la nobleza española por no conocer el idioma. Apenas sabía mantener el saludo protocolario en español. Aprender el idioma se convirtió en una cuestión fundamental para ganarse la confianza de sus súbditos.
Para ganarse la confianza del pueblo español y de esa nobleza tan desconfiada, Carlos I hizo celebraciones y fiestas para demostrar que tenía otras cualidades. Sin embargo, esto no fue suficiente para ganarse el respeto del pueblo español. Solo 2 años después de su llegada, en 1518, la corte del reino juró fidelidad al Rey de España pero con la condición de que aprendiese español.
Carlos I reunió a un grupo de la nobleza que le enseñaría a hablar español. Debido a su gran interés, no tardó mucho en dominar el idioma. Fueron su esposa Isabel I y su amigo, el poeta Garcilaso de la Vega, quienes le ayudaron a conseguir su fluidez en el español.
El entonces Rey de España se convirtió en un gran defensor del español en Europa, y fue recordado como el rey español con acento alemán. A pesar de que sus lenguas maternas eran el francés y el flamenco, él mismo dijo: “Hablo en español a Dios, en italiano a las mujeres, en francés a los hombres y en alemán a mi caballo”.
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